domingo, 18 de abril de 2010

Felicidades


Que digo yo que una vez al año no hace daño. Y quien sabe, quizás esto sea el comienzo de algo.
Siempre hay que empezar a hacer algo para saber si es lo tuyo, y esto no lo digo yo. Que lo dicen por ahí y yo pues me lo creo, oye. Hasta ahora no me ha ido demasiado mal creyendo que si no juegas no ganas (o al menos pierdes con honor, que también es importante). También hay que decir que jugar sabiendo que vas a perder es una falta de respeto a tu razón. Y que la razón hay que cuidarla, oigan.
Simplemente porque soy de la opinión de que un día se nos agotará. Y habrá que tirar de casta. Y de un par de huevos.
Pero bueno, hasta entonces, no está mal que pensemos un poco. No os asustéis, que hay gente que no ha conocido la razón en su puta vida. Y ahí están. Como si nada. Estampando ceniceros en cabezas ajenas. No pasa nada, cada uno a lo suyo. Menos mal que aquí interviene nuestra amiga justicia, viciada como ninguna, manipulada como pocas. Ya se encargará de darle un cachete a los “sinrazón”. Y después a casita no vaya a ser que cojan frío.
Así son las cosas, que a los que venimos de fábrica en perfectas condiciones, nos pueden ir dando por culo. Que son aquellos a los que se le olvidaron poner el corazón los que importan. No me extraña. El ser humano siempre ha sido gilipollas. Está en los genes. Creo que en el brazo corto del cromosoma 15. Más o menos.

En fin, que me lío y me voy del tema…yo hablaba de jugar o no jugar. De arriesgarse o quedarse quieto (que a veces, también es arriesgarse, véase la fotografía).
A mí siempre me pareció que tú jugaste todo lo “jugable”. Y lo sigues haciendo. No te hace falta ni poner cara de póker. De antemano sabes que vas a ganar (a tu manera).
Tu táctica es admirable: miras las cartas, que no siempre son buenas, que le vamos a hacer, no siempre hay corazones en ellas. Los rombos y las picas también juegan. Es ley de vida. Me han llegado a contar que incluso hay cartas con banderas de colores y derivadas parciales.
Qué vida ésta. Lo que nos puede llegar a sorprender. Pues eso, tú las miras y las miras de frente. Sin miedo, pero con respeto, eso siempre. Y haces tu jugada.
Oye, dime tu secreto, chico, que la mayoría de las veces pierdes y te veo con una sonrisa. Bueno, a ti, y a la gente que juega contigo. Pero ellos tienen excusa, ellos ganan.
Será que nunca se te dio bien ver a la gente triste, y esa es tu manera de ganar. Sabes qué es lo mas gracioso de todo esto, que yo veo tus cartas. Y sé que tienes cartas ganadoras. Escalera real. Y aún así pierdes. Qué grande eres.
Gracias por aparecer en mi camino. Y por no haberte ido.

Felicidades :)

Para Joaquín, escrito el día 1 de marzo de 2009

1 comentario:

  1. ...hay cartas con banderas de colores y derivadas parciales...

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